Personas que cuidan a personas
La
figura del cuidador, gerocultor, auxiliar de geriatría y/o de enfermería,
personal de atención directa o como sea que se le denomine (Técnico en Cuidado de
Auxiliares Enfermería o TCAE es la denominación preferida por la Diputación e
Valladolid) constituye la columna vertebral de cualquier centro sociosanitario.
No en vano, y como es natural, representa el perfil profesional más numeroso en
cualquiera de las ratios establecidas por la ley.
Las
funciones varian en función de la institución o entidad que les contrata y de
si existen o no otros perfiles profesionales complementarios a los suyos, esto
es, de si se pueden segregar algunas funciones como las de limpieza para
centrarse solo en cuidados corporales.
Así las funciones de un gerocultor pueden variar según la
situación de la persona mayor pero, por lo general, se ocupan de los siguientes
aspectos:
1. Realizar
su higiene personal
2. Darles
su alimentación.
3. Controlar
y darles su medicación.
4. Acompañarles
en sus paseos y salidas.
5. Motivarles
y entretenerles.
6. Controlar
que se cuiden, ayudarles en las comidas, estimular que se muevan y que se
mantengan activos.
Un auxiliar de geriatría y/o de enfermería
se encargaría de los cuidados en salud (tanto física, psíquica como social) de
los usuarios bajo su responsabilidad y bajo la supervisión de otros
profesionales de las áreas social y/o sanitarias. A los/las auxiliares se les
asignan tareas tales como la alimentación y aseo, ayudarles con la ropa, los
armarios y la promoción de una ocupación activa en actividades significativas.
De un
tiempo a esta parte, con la irrupción de los certificados de profesionalidad en
atención sociosanitaria a personas dependientes, ya en instituciones ya en
domicilios, un gran número de profesionales han podido incorporarse a este
mercado laboral tan específico.
Deseo centrarme en este
perfil profesional porque a él he dedicado más de siete años de mi vida profesional.
Las evidencias recogidas en el
certificado son muy completas y explícitas y su itinerario formativo se
articula, básicamente, en torno a:
1. UC1016_2: Preparar y apoyar las intervenciones de atención a
las personas y a su entorno en el ámbito institucional indicadas por el equipo
interdisciplinar
1.1. MF1016_2: Apoyo en la
organización de intervenciones en el ámbito institucional.
1.1.1. UF0127: Apoyo en la recepción y
acogida en instituciones de personas dependientes.
1.1.2. UF0128: Apoyo en la
organización de actividades para personas dependientes en instituciones.
2. UC1017_2: Desarrollar intervenciones de atención física
dirigidas a personas dependientes en el ámbito institucional
2.1. MF1017_2:
Intervención en la atención higiénico-alimentaria en instituciones.
3. UC1018_2: Desarrollar intervenciones de atención
socio-sanitaria dirigidas a personas dependientes en el ámbito institucional
3.1. MF1018_2:
Intervención en la atención sociosanitaria en instituciones.
4. UC1019_2: Desarrollar intervenciones de atención psicosocial
dirigidas a personas dependientes en el ámbito institucional
4.1. MF1019_2: Apoyo
psicosocial, atención relacional y comunicativa en instituciones
4.1.1. UF0129: Animación social de
personas dependientes en instituciones.
4.1.2. UF0130: Mantenimiento y mejora
de las actividades diarias de personas dependientes en instituciones.
4.1.3. UF0131: Técnicas de
comunicación con personas dependientes en instituciones.
MP0029: Atención sociosanitaria a personas dependientes en
instituciones
Por
lo general, un técnico de atención
sociosanitaria a personas en situación de dependencia cumple cuatro
funciones principales:
1.
Asistencial: Esta función implica el apoyo para la realización de
las actividades de la vida diaria. Éstas son el conjunto de actividades que la
persona realiza a diario y que le permiten ser autónoma e integrarse en su
entorno. Así, tienen un valor para la persona y un objetivo concreto. Pueden
ser básicas (dirigidas al cuidado del cuerpo como la higiene, la alimentación,
la movilidad...), instrumentales (relacionadas con el entorno como la
preparación de comidas o el manejo de los temas financieros) o avanzadas
(relacionadas con el estilo de vida y no son imprescindibles para la
autonomía).
2.
Educativa: El ámbito educativo incluye las tareas de orientación,
apoyo y formación para fomentar la realización delas actividades de la vida
diaria. Destacan los hábitos de vida saludables y las habilidades y hábitos que
promueven la autonomía.
3.
Rehabilitadora: Se trata de mantener y recuperar las funciones y
habilidades para realizar las actividades diarias y las cognitivas.
4.
Socializadora: Promover y mejorar las relaciones interpersonales
favoreciendo la comunicación con las personas del entorno, generalmente
mediante el acompañamiento. Algunas de estas actuaciones tendrán como objetivo
por ejemplo mejorar los vínculos familiares o realizar alguna actividad
sociocultural en la comunidad.
A grandes rasgos, las competencias
que se adquieren durante su proceso formativo son:
1.
Especificar las necesidades de la
persona tanto asistenciales como psicosociales.
2.
Organizar las actividades de atención
según el Plan de Atención Individualizada (PAI). Fomentando así la colaboración
de la familia y del mismo usuario.
3.
Llevar a cabo tareas de higiene, vestido
y alimentación.
4.
Organizar la gestión económica
(documentación y presupuesto según recursos disponibles).
5.
Realizar tareas de mantenimiento y
limpieza de la habitación/domicilio.
6.
Intervenciones relacionadas con el
estado físico mediante las pautas dispuestas y con movilizaciones o traslados.
7.
Medidas de seguridad y prevención, dando
solución a situaciones de emergencia.
8.
Apoyo psicosocial (comunicación, ayudas
técnicas o tecnología).
9.
Mantenimiento de la autonomía,
acompañamiento y asesoramiento.
10.
Control y seguimiento de las actividades
y, en casos de teleasistencia en atención domiciliaria, gestión de llamadas.
En el post anterior (de
22.02.20121) me refería a lo aspectos legislativos del modelo de “Atención centrada en la Persona”. Pues bien, en las
últimas semanas he tenido la fortuna de conocer la importante labor realizada por la Asociación Thaismon y me
gustaría ponerla como ejemplo de “planificación centrada en la persona”.
Thaismon es una asociación especializada en la atención en la vejez de personas
dedicadas a la vida consagrada. Desean poner en valor que si ya en si misma “la solidaridad entre las
personas es muy importante en el seno de una institución religiosa”, cuando
llega la dependencia se presenta una nueva oportunidad “privilegiada de profundizar
en los lazos humanos”. Por eso todo el personal que trabaja para Thaismon valora profundamente el trabajo con personas “cuya vida, a su vez, ha sido dedicada al
amor fraternal lo que ha dado sentido a toda una vida de vocación”.